"...estaba tratando de arreglarme los dientes pues tenía al interior de mi boca todos los dientes superiores y de enfrente sueltos. Trataba de metérmelos en las cavidades empujándomelos con los dedos. Era muy preocupante pues eran mis únicos dientes. Era de vida o muerte. Entonces los sostenía con mis dedos un buen rato ejerciendo presión y quedaba casi satisfecha. Los dientes estaban aún "vivos" así que se pegaban otra vez a mi cuerpo. Pero justo antes de despertar hay un diente que no estoy segura de que esté pegado: es mi colmillo izquierdo.
20 enero 2008.